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Alberto Delgado Cebrián

 

Alberto Delgado Cebrián nació en San Sebastián (Guipúzcoa), el 6 de julio de 1938, en plena Guerra Civil, de padres madrileños. Su padre, Fernando Delgado de Lara, fue primero actor teatral y después uno de los directores pioneros del cine madrileño. Su abuelo, Sinesio Delgado, fue periodista, refundador, propietario y director del semanario “Madrid Cómico” en su mejor etapa ( 1883-1898); poeta galardonado, autor de cien obras teatrales, tuvo la idea y fue fundador de la Sociedad de Autores. Su bisabuela, Balbina Valverde, fue una gran actriz con una larga y brillante ejecutoria. Inauguró el Teatro Lara en 1880, y permaneció en su Compañía Titular 29 temporadas consecutivas. Su padre, su abuelo y su bisabuela tienen rotulada con su nombre sendas calles en Madrid. Cursó sus estudios de bachillerato en el Instituto Cervantes, y se graduó en la Escuela Oficial de Periodismo en la promoción de 1959. Al crearse la Facultad de Ciencias de la Información, cursó la Licenciatura y los cursos de Doctorado en la primera promoción de Ciencias de la Imagen Visual y Auditiva, y convalidó la Licenciatura en Periodismo. Asimismo, terminó la carrera de Graduado Social, y cursó estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense, y de Derecho y Geografía e Historia en la UNED. Comenzó a trabajar a los dieciséis años en “Eclipse S.A.”, como administrativo. Su carrera profesional la inició como corresponsal en Madrid de la Revista “Yatros”, de la Asociación de La prensa médica asturiana, en 1957. Ese mismo año empezó a prestar sus servicios en la sección de prensa de la Oficina Central Marítima, después Asociación de Navieros Españoles, como redactor-jefe de la Revista “OFICEMA”. En 1962 fundó y dirigió la Revista “VID”, En 1964 ingresó en la Agencia PYRESA, ascendiendo pronto a jefe de información política y parlamentaria, además de encargarse de la información del Ayuntamiento y la Comunidad madrileña. A los 19 años había comenzado su colaboración en “ABC”, y posteriormente en la Revista ”Semana”. Fue uno de los cinco periodistas, y en la actualidad único superviviente, a los que se autorizó por primera vez informar de los debates en las Comisiones legislativas de las Cortes, debutando en la Ley de Enseñanza Primaria, como paso previo a la Ley de Prensa. Cuando Jaime Campmany, su director en PYRESA, pasó a dirigir el diario ”Arriba”, se llevó a Alberto Delgado como cronista parlamentario. En enero de 1970 ingresó en los servicios Informativos de Televisión Española, como informador de las Cortes, que compatibilizó pronto con la presentación del Telediario de las nueve de la noche, cubriendo además las reuniones del Consejo de Ministros. En la Transición informó, para los tres telediarios, de la Ley para la Reforma Política y, en las nuevas Cortes que surgieron de las elecciones de 1977, de los debates Constitucionales en el Congreso de los Diputados. Su carrera profesional en Televisión se prolongó más de veinte años, hasta que en 1994 no quiso acogerse al ERE y prejubilarse, y prefirió seguir su trabajo como profesional en otras actividades. En su ejecutoria en Televisión Española desempeñó, entre otros cargos, los de presentador del Telediario de las nueve, director de los programas “Las Instituciones” y “Opinión Pública”, director y presentador del Telediario “Ultima Edición”, jefe de Información Política, jefe de Información Parlamentaria, subdirector de Servicios Informativos, director de programas no diarios, jefe de Información Económica y Laboral de los Informativos del fin de semana, director del Teletexto del fin de semana y secretario general de los Servicios Informativos. Acompañando a su jefe y amigo, el empresario Fernando Fernández-Tapias, fue asesor suyo para temas de información y prensa desde la presidencia de ANAVE a la de la Confederación de Empresarios Madrileños (CEIM), y la Cámara de Comercio e Industria de Madrid y en la Real Academia de la Mar, de la que Fernando Fernández-Tapias fue presidente, y Alberto Delgado, por elección, académico de número. Fue elegido consejero nacional de Prensa en representación de las emisoras de radio y televisión y miembro de su Comisión Permanente, directivo de la Asociación de la Prensa de Madrid, miembro de la Junta directiva del Club Internacional de Prensa, etc. Entre los premios profesionales obtenidos, el premio Nacional de Televisión categoría de locutores-presentadores, “Popular de Pueblo" ese mismo año, premio Nacional de la Dirección General de Prensa en 1960, premio del CIT de Astorga (2000)... Entre los libros publicados : “Viaje de un buque español por el Mediterráneo”(1960), “Sinesio Delgado y su obra” (1963), “Libertad de prensa e imprenta” (1966), “Introducción al Periodismo” ( 1967), “Teletexto” (1987) y “Memorias de un Madrid vivido” (1998). Está en posesión de la Encomienda de Alfonso X el Sabio, Cruz de Oficial del Mérito Civil, y Cruz de oficial y Encomienda del Mérito Agrícola. Actualmente es decano de la Asociación de Amigos de la capa de Madrid. En el campo deportivo, ha sido vocal de la Federación Centro de tenis, y miembro de la junta Directiva de la Ciudad Deportiva del Real Madrid.

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MEMORIAS (apresuradas) DE UN PERIODISTA DE LA TRANSICIÓN

ISBN. 978-84-121489-8-5 Depósito Legal. LE-241-2020 Páginas: 478 Tamaño: 155 x 240 mm Encuadernación: rústica con solapas. Alberto Delgado es un periodista vocacional. Eugenio D´Ors decía que el ser humano tiene permanentemente hambre y sed de verdad. Las circunstancias ( o la Providencia), le llevaron a la información política y parlamentaria. Llegó a las Cortes cuando las presidía Esteban Bilbao. Fue uno de los cinco periodistas a los que se permitió el acceso a los debates de las Comisiones Legislativas. Desde la Ley de Educación Primaria y la Ley de Prensa hasta la Constitución y los primeros parlamentos democráticos, informó para la Agencia PYRESA y a partir de 1970 para Televisión Española, de los apasionantes acontecimientos que permitieron una Transición hacia la democracia que asombró al mundo. Pudo comprobar cómo los políticos de dentro y fuera del Régimen pudieron llegar a un consenso que parecía imposible, con renuncias a uno y otro lado que permitieras aprobar una Constitución que ha dado a España cuarenta años de de progreso económico y social. Fue un ejemplo de concordia y de algo que ahora se hace más necesario que nunca, y se llama patriotismo. De todo ello informó Alberto Delgado para los tres telediarios de la entonces única Televisión, tratando de hacerlo con rigor y objetividad, sin buscar nunca la fama ni la popularidad.
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