Para la autora, Beatriz Conejero Martínez, viajar se hace ineludible como método de conocimiento de la Historia.
Habiendo tenido el privilegio de haberse desplazado tanto, la autora se sumerge en esta obra que ahora presenta en países del este de Europa y en Estados Unidos.
Traspasar fronteras, investigar a fondo lo acontecido en los avatares trascendentales de la crónica contemporánea, hacen de esta novela todo un referente en el tiempo que siguió a la Segunda Guerra Mundial.
Este trágico conflicto trajo consigo muchas consecuencias negativas, millones de muertes y la división del mundo en bloques.
La pugna por la energía nuclear en este escenario bélico fue uno de los principales objetivos de aquellos bloques por afianzar el dominio absoluto sobre Europa y, por ende, sobre el planeta.
Una de las principales pretensiones de esta segunda novela histórica de la autora (la anterior fue "La espada y la luna", de temática templaria) es descifrar el pasado y la forma en cómo se ha configurado el presente y, en el proceso, intentar hacerlos más comprensibles y sugerentes para el lector interesado.
No se trata de un mero ejercicio retórico, la Historia, aunque sea a través de esta ficción que pretende ser rigurosa en los acontecimientos fundamentales, se convierte en una herramienta esencial para entender el comportamiento de nuestros antepasados en distintas etapas.
Por todo ello, sólo conociendo nuestra historia (y esta novela pretende ser fidedigna a los acontecimientos que por históricos se tienen), seremos ciudadanos informados, consecuentes y responsables.
